Cultura de la simplificación

Innovación en Colombia: Barreras, plata, actores y trabajo

El sacerdote capuchino Alfonso Miranda le contó una vez al escritor Paul Brito“Un día estaban reunidos en una habitación un franciscano, un dominico y un jesuita. De pronto, se va la luz. El franciscano dice: “Señor, tú eres la luz y yo soy la sombra. Ilumina las tinieblas de mi corazón”. El dominico, por su parte, pregunta por qué se fue la luz. En ese momento, la luz regresa y con ella el jesuita, que trae en la mano el fusible dañado.”

Innovación en Colombia – Problemas

El diagnóstico tradicional del estado de la ciencia e innovación en Colombia atribuye el rezago principalmente a la falta de volumen y mecanismos de financiación, a las deficiencias en personal e instituciones altamente calificadas, y al aparente desinterés por parte de las políticas de gobierno. Nada de eso es del todo falso pero el planteamiento de causa efecto no está tan claro.

No tiene sentido hablar de falta de financiación cuando en el mundo se mueven cifras exorbitantes en todo tipo de inversiones. La referencia obvia es Estados Unidos donde se invierten 470 mil millones de dolares en I+D al año, es probable que una parte importante de esos dineros venga de “venture capitals”. Invertir un 2,7% de su PIB no es un caso excepcional de Estados Unidos, Japón invierte 3,6%, Singapur 2%, China 3%, Israel 4,2%, en Brasil se invierte un 1,2%, en México un 0,54% y en Argentina un 0,58%, y en estos países primero fue el dinero y luego los datos de I+D.

Plata hay. Donde hay proyecto el dinero llega.

Los valores en bolsa de las empresas de alto componente tecnológico demuestran que donde hay proyecto el dinero llega. Para sentar la idea en un caso reciente véase Theranos. Una joven una vez tuvo miedo de la sangre, como primera consecuencia desechó la idea de estudiar medicina aunque lo deseaba, luego empezó a vender la idea de hacer exámenes médicos con apenas una gota de sangre, finalmente tuvo dedicarse de lleno al proyecto de las microagujas que se le creció hasta hacerla abandonar la Ingeniería Química que había iniciado. Solo la idea de revolucionar el mundo de la medicina acumuló en Theranos un valor de 8 mil millones de euros en 2 años. Recientemente Theranos ha menguado mucho su impacto como consecuencia de fallas metodológicas y científicas de fondo. Quizás debió apoyarse más en la academia.

Interés de gobierno sí hay, pero no se puede impactar mucho cuando las políticas atacan al problema equivocado.

En cuanto al gobierno, uno esperaría que su interés cobrara las formas de un país nórdico, no obstante el contexto latinoamericano obliga a la prudencia de mirar los datos. El panorama la ciencia, tecnología e innovación en Colombia demuestra que el país cuenta con un incipiente ecosistema que se esfuerza por crecer y madurar. Con la ciencia, la tecnología e innovación como cuestión de estado, la meta del gobierno es que la inversión llegue al 1% del PIB nacional para así acercarse a los referentes internacionales, de la mano con un sector privado que participe superando los aportes del estado. Así que interés de gobierno sí hay, lo que pasa es que no hay mucho que se pueda impactar cuando las políticas atacan al problema equivocado, ni tampoco son sostenibles las asignaciones de recursos en el tiempo cuando escasamente demuestran efectos significativos.

Lea: El panorama la ciencia, tecnología e innovación en Colombia

Pese a que en gobiernos anteriores se habían tomado medidas y diversos instrumentos de financiación en CTeI se han consolidado principalmente en el marco de Colciencias, las fallas que se detectan están siendo abordadas nuevamente en la política nacional 2015-2025. En este momento el Departamento Nacional de planeación cuenta con el borrador Conpes que marcará dicha política. En él se identifican una serie de fallas en el capital humano que es insuficiente o desbalanceado con las necesidades; en I+D que no acaba de impactar en desarrollo productivo del país; y en gobernanza de CTeI que funciona de manera ineficiente por sus debilidades institucionales. Vale más la pena leer el capítulo 4 de dicho documento que extenderse aquí, pero sí es posible resumir que la mayoría de los puntos que allí se vislumbran son variantes sintomáticos de un misma patología cultural que existe, me atrevo a decir, en la mayoría de Iberoamérica.

Innovación en Colombia: Conocimiento científico?

En Colombia el conocimiento científico riguroso no suele incluirse en la sistemática toma de decisiones; cuando se incluye por procedimiento no acaba aplicándose por falta de arraigo.

En Colombia el conocimiento científico riguroso no suele incluirse en la sistemática toma de decisiones; cuando se incluye por procedimiento no acaba aplicándose por falta de arraigo. La mayoría de empresas (68% Industria, 55% servicios) declaran directamente no tener interés en contratar titulados avanzados como doctores o magísters, al mismo tiempo que el 90% de los investigadores se quedan en la academia (o yéndose a un país más favorable) y dedicándose más a generar publicaciones (cada vez menos citadas) que a liderar proyectos que impacten en un liderazgo tecnológico del aparato productivo. Por su parte solo el 10% de las nuevas empresas se crean en sectores donde no hay competencia, el 95% lo hace con tecnologías mayores de 5 años, y que las empresas que logran superar sus fases iniciales bajaron del 14% al 8% mientras que en américa latina fue de 8%. Entonces no está claro que el problema sea de existencia o volumen de capital humano capacitado sino más bien parece haber una desconexión sistémica de las dinámicas empresariales tradicionales y la nube de nuevos conocimientos que se están generando todo el tiempo.

Innovación en Colombia: Publicaciones científicas Colombia vs citaciones internacionales

Más que un problema volumen de capital humano capacitado hay una desconexión sistémica de las dinámicas empresariales tradicionales y la nube de nuevos conocimientos que se están generando todo el tiempo.

Más concreto todavía. En el Anexo 10 del documento Conpes 3834 se muestran resultados de los talleres de promoción de deducciones tributarias por inversión en CTI realizados en 2015, donde participaron 200 representantes de empresas, universidades y centros de investigación. Los empresarios manifestaron que el beneficio real sobre la inversión es bajo; que en los presupuestos se permitiera incluir la formulación de proyectos que han de ser asumido por ellos; que perciben una respuesta lenta y calendario poco aprovechable para vínculos con la academia (piden que aclarar los términos para que la alianza con grupos de investigación sea opcional); que las convocatorias limitadas con fechas de cierre pueden provocar que las empresas abandonen sus ideas por la incertidumbre que se generan en la urgencia; no hay relaciones de confianza entre universidades y empresa principalmente por cuestiones de propiedad intelectual. Parece que fueron quienes más hablaron. Sin embargo todos, empresarios, universidades y académicos, manifestaron las dificultades para formular proyectos. Aunque el proyecto sí cumpla una filosofía de innovación los asuntos se quedan en la mente de los empresarios que no han desarrollado la manera de expresarlo de manera clara en los formularios de proyecto.

Innovación en Colombia: Empresa privada vs academia vs gobierno?

Empresarios, universidades y académicos, manifiestan dificultades para formular proyectos. Aunque cumplan una filosofía de innovación los asuntos se quedan en la mente de los empresarios.

Esto último solo confirma la imperiosa necesidad de que las políticas de innovación hagan hincapié en favorecer la integración de impacto bidireccional entre las empresas y la academia. El problema ahora no es tanto de dinero sino romper con la barrera de la mentalidad tradicional del empresario: al proponer proyectos bien planificados, rigurosamente trabajados, científicamente alimentados, con sostenibilidad y miras de largo plazo, la financiación llegará sola, y si es hábil, como buitres a muerto.

Innovación en Colombia: Investigadores por sector de vinculación

Si seguimos como vamos los más avanzados conocimientos científicos no le interesarán a nadie por fuera de la academia; nuestras industrias seguirán tomando malas decisiones, rezagadas, dependientes y perdiendo competitividad; el gobierno seguirá paternalista y miope malgastando sus fondos sosteniendo artificialmente malos otrora buenos negocios, construyendo universidades de cemento, haciendo crecer una academia que ya es poco demandada, dando palos de ciego; y no veremos inversionistas sino dedicados a la renta pura.

Los empresarios están llamados a incluir dentro de su misión estratégica la búsqueda de desarrollos nuevos productos, invirtiendo en investigación y desarrollo.

En cambio, hay que entender el ecosistema de la ciencia, la tecnología y la innovación como un sistema donde son corresponsables la empresa privada, la academia y el gobierno. En ese triángulo, en vez de estar cada uno de estos actores esperando que otros den los primeros pasos para garantizar la entrada propia e independiente se debe iniciar un juego conjunto y coordinado para que los impactos se hagan realidad. La empresa privada tiene la baza del músculo productivo y financiero, los empresarios están llamados a incluir dentro de su misión estratégica la búsqueda nuevos productos, invirtiendo en investigación y desarrollo; la academia tiene la obligación de liderar el estado del conocimiento y la técnica con la misión intrínseca de hacerlas cada vez más viables y ventajosas para su aprovechamiento; el gobierno debe promover, regular y garantizar que las sinergias se den de manera sostenible (y tiene mucho más herramientas que la mera financiación).

Carlos Mario Soto Montaño

Artículo de Carlos Mario Soto Montaño

LinkedIn – @Carsoti

Ingeniero Mecánico – Master en Ciencia e Ingeniería de materiales.

Sin comentarios

Popular